Inteligencia Artificial aplicada al marketing: DALL-E y mucho más

Muchos hablan de la Inteligencia Artificial como la gran amenaza de publicistas, creadores de contenidos o fotógrafos con el aterrizaje de Dall-e. Sin embargo, la IA se ha convertido en la gran aliada del marketing digital y está democratizando el uso de muchas herramientas antes inaccesibles a alguien sin formación especializada.

Las posibilidades análisis que ofrece y los ratios de personalización de la atención al cliente que consigue la ha convertido en imprescindible en la estrategia de cualquier empresa. En este artículo veremos cómo la IA aplicada al marketing está cambiando el sector y por qué las organizaciones deben adoptarla.

Inteligencia Artificial y Marketing

El marketing digital, al igual que la tecnología en general, está en constante evolución, pero el auge de la Inteligencia Artificial (IA) lo ha transformado de manera abrupta. La IA tiene una amplia gama de aplicaciones en el área de actividad que nos ocupa y su adopción, obligada ya, ha cambiado, sin duda, la forma de operar de los profesionales de la mercadotecnia.

Las empresas que implementen con éxito la IA en sus estrategias de marketing podrán llegar a los clientes de una forma más eficaz, aumentar el ROI de sus campañas y reducir los costes al mismo tiempo. Pero… ¿por qué? Dotar a las máquinas de la capacidad de pensar, procesar información y responder a estímulos, posibilita personalizar los mensajes y la atención al cliente, automatizar campañas, analizar necesidades u optimizar precios, entre otras muchas potencialidades, de manera masiva y autónoma, haciendo del trato directo e inmediato una máxima.

Y es en este punto en el que la IA ha revolucionado el marketing digital. Pensemos de manera anecdótica en la ‘locura’ que ha supuesto la irrupción de la aplicación DALL-E, con la que podemos generar imágenes a la carta basadas parámetros escritos, o en las variadas herramientas ya existentes de generación de textos.

¿Por qué utilizar inteligencia artificial en marketing digital?

El comercio electrónico ha experimentado desde su aparición un crecimiento paulatino año a año, con una gran explosión en 2020 provocada por la crisis sanitaria del Covid-19. Solo en España las transacciones on line crecieron un 36%, y esta tendencia ya es irrevocable. Hemos cambiado nuestros hábitos, nuestra forma de comprar y de relacionarnos con los vendedores, llegando a superar las ventas de e-commerce a las realizadas por tiendas físicas.

En consecuencia, el contacto con el cliente, las campañas, las oportunidades de venta tienen su gran campo de operaciones en los entornos digitales, a los que no solo acudimos a formalizar la compra, sino también a informarnos, establecer comparativas, ratificar sensaciones sobre empresas y productos… El problema está en que estos entornos son masivos e inabarcables. Son miles de millones los usuarios que día a día entran en Internet a establecer contactos de los más diversos tipos con las empresas, y hay que procurarles la mejor y más rápida atención posible para atraer o fidelizar al cliente. En este escenario, los ratios de atención y personalización que se requieren para tener éxito necesitan de herramientas impulsadas por Inteligencia Artificial. Veamos alguna de sus potencialidades.

Usos de la Inteligencia Artificial en el marketing

Marketing Intelligence

La analítica avanzada de datos, el big data y la Inteligencia Artificial permiten capturar, tratar y transformar en información útil millones de datos de millones de usuario, ofreciendo una visión clara de los aspectos a analizar en cada caso. Si esta capacidad de análisis masiva, las estrategias solo podrían basarse en la intuición y no en certezas, asumiendo ratios de error muy elevados, poniendo, gracias a herramientas de marketing intelligence, al cliente en el centro de las decisiones.

Microsegmentación de usuarios

En relación con el punto anterior, la Inteligencia Artificial posibilita agrupar datos según sus características, segmentando la información. De este modo, con segmentaciones cada vez más afinadas, microsegmentaciones, los mensajes, campañas, productos… pueden adaptarse a la realidad, necesidades y gustos de cada grupo de usuarios.

Marketing predictivo

Los algoritmos de Inteligencia Artificial nos permiten predecir los comportamientos de los usuarios e incluso adelantarnos a las necesidades del propio comprador. Esta potencialidad de prever el futuro es fundamental en marketing digital, porque otorga a la empresa el poder de ofertar productos antes de que se inicie el proceso de búsqueda y guiar las decisiones de compra.

Un ejemplo muy simple lo encontramos en la aplicación de IA con la que opera el buscador de Google o el asistente de correo de Gmail, Smart Compose, que, una vez iniciada la escritura, aporta sugerencias para la finalización de la frase, en base a la forma del escribir y al histórico de actividad del usuario. No obstante, los sistemas predictivos pueden ir más allá, como se ha apuntado, prediciendo necesidades.

Chatbots y disminución de tiempo en las labores de búsqueda

Los chatbot son software desarrollados con Inteligencia Artificial que nos permiten mantener conversaciones con dispositivos digitales simulando la interacción entre personas. Esta tecnología, basada en el Procesamiento de Lenguaje Natural (NLP), nos da la posibilidad de interaccionar, en tiempo real, con asistentes de texto y voz que resuelven las dudas que les planteamos, o nos ayudan en la realización de determinados procesos. Fundamentalmente los dispositivos más avanzados, los basados en machine learning o aprendizaje automático, se han convertido en la voz de la empresa 24/7, en un momento en el que la inmediatez y la personalización son claves a la hora de materializar una venta.

Creación de contenidos con IA

También gracias al Procesamiento del Lenguaje Natural los ordenadores son capaces de generar contenidos de calidad a partir de las propuestas del usuario. La creación de textos para mailings, campañas, RRSS, blog… es una tarea que consume mucho tiempo y que puede ser apoyada por motores de creación de contenido. Solo tenemos que dar unas indicaciones sobre el tema a tratar y la Inteligencia Artificial hace su magia devolviéndonos textos adaptados a la petición realizada. Con el público segmentado es posible generar textos adecuados a sus preferencias, previamente analizadas y aprendidas, de manera automática, que serán mejor recibidos y percibidos.

El prestigioso tabloide The Guardian publicó un artículo de opinión firmado por el modelo de inteligencia artificial de OpenAI GPT3, en el que se describía a sí mismo. Otros ejemplos de esta tecnología los encontramos en Writesonic o Articoolo, por ejemplo, aunque son muchas las herramientas que podemos encontrar en el mercado.

Publicidad a la carta

La Inteligencia Artificial posibilita también ofrecer publicidad directa al tarjet, de manera que se puedan plasmar anuncios en las pantallas de los usuarios adecuados a sus gustos y necesidades. El deep learning analiza múltiples fuentes de información y aprende del comportamiento de los usuarios para personalizar anuncios y campañas, incrementando el ROI.

¿Por qué utilizar inteligencia artificial en marketing digital?

Como hemos visto, para tener éxito en la relación digital con los usuarios es imprescindible ya contar con las potencialidades de la Inteligencia Artificial y toda su tecnología derivada. Solo así es posible conseguir los niveles adecuados de personalización de los contendidos y calidad en la atención al cliente que estos demandan. Las campañas únicas han pasado a la historia, un consumidor con una oferta mundial al alcance de su mano, y nunca mejor dicho en este caso, requiere de estrategias adaptadas a sus intereses y necesidades, que sean percibidas como útiles y que generen cercanía a la empresa.

Los consumidores tienen que sentirse bien atendidos, pero no solo eso, cuando lo necesitan y con celeridad, porque si algo no sobra en las sociedades actuales es tiempo. Garantizar estos ratios de atención inmediata, fluida y segura en entornos masivos como el digital, solo es posible de la mano de la Inteligencia Artificial, y quien no base sus estrategias en ella no será competitivo en un mercado cada día más exigente.